top of page

QUE DIOS HALLE FE EN LA TIERRA CUANDO VENGA DEPENDE DE MÍ

Marcos 9:23

Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

 

 

Hay algo que siempre me ha inquietado mucho desde el día que lo oí por primera vez y es sobre la pregunta que Jesús hace en Lucas 18:7-8: ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?

 

Hebreos 11:1 dice: Fe es la certeza de lo que espero y la convicción de lo que no veo.

 

La fe es algo básico en nuestra vida espiritual. Y sin fe, nos dice la Biblia que es imposible agradar a Dios.

 

La fe es la materia prima que Dios nos da para producir una vida abundante y para alcanzar sus promesas.

 

Es normal temer a lo desconocido, Lo que no es normal es saber que Dios nos dio la capacidad de vencer nuestros propios temores y seguir temiendo.

 

La fe no puede basarse en la mirada humana. Porque creemos solo lo que podemos ver, y vemos solo lo que tenemos enfrente y aceptamos solo lo que podemos razonar.

 

Esta fe es basada en los recursos que tenemos en el momento, esta fe es limitada.

 

La fe verdadera nace de la intimidad con Cristo.

 

La intimidad con Dios se produce al pasar tiempo en su presencia, es cercanía, compañerismo, es el anhelo de estar con Él, un vínculo personal. La intimidad viene cuando deseamos al Señor más que todo en esta vida.

 

La intimidad con Dios hace que nuestra fe crezca y produce en nosotros la separación con las cosas del mundo.

 

Mientras más tiempo pasemos con Cristo, más grande es nuestro deseo de vivir en su presencia. Y comenzamos a ver con más claridad que Jesús es nuestro único refugio, nuestro proveedor, nuestro amparo, nuestra fortaleza y nuestro fundamento.

 

Al contrario cuando nuestra vida de oración es escasa nuestra fe mengua, flaquea y nuestro entendimiento se empieza a nublar.

 

En nuestro propio corazón nacen, crecen y se fortalecen los mayores enemigos de nuestra fe, y en Cristo encontramos la medicina que pone fin a todo conflicto interno.

 

En nuestro corazón encontramos:

 

INCONSTANCIA: Cuando somos personas de doble ánimo, nos desanimamos con mucha facilidad y no podemos obtener la bendición.

R/= La medicina es la perseverancia. Nada nos debe mover del amor de Dios

Efesios 6:18 dice: Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica.

 

IMPOTENCIA: Si batallamos con nuestras fuerzas; llega el momento que sentimos que nuestras fuerzas se agotan, se acaban y realmente no podemos más.

R/= La medicina es la fuerza de Dios, ya que Él se fortalece en nuestra debilidad y nos muestra que es real para nuestra vida y para nuestra necesidad.

Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

 

• INFERIORIDAD: Si a menudo nos sentimos menos que los demás, o poca cosa para merecer el favor de Dios.

R/= Debemos recordar que somos hijos de Dios y somos tan importantes que Él pensó en nosotros desde antes de la fundación del mundo.

Efesios 1:4 Esta escrito: según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él.

 

• TRISTEZA: Podemos pasar momentos de amargura al no ver las cosas marchando como quisiéramos, ni en el tiempo que quisiéramos.

R/= El remedio es no desmayar, porque el gozo del Señor el nuestra fortaleza.

Salmos 28:7 dice: Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.

 

• QUEJA: En las crisis tendemos a echarle la culpa a alguien, nos quejamos contra nuestros superiores, contra nuestra familia y contra Dios.

R/= La solución es darle gracias a Dios por lo que está haciendo. La mirada puesta en Dios nos lleva a la salida de la crisis. Lo mejor de todo, es que Dios siempre tiene el control.

Apocalipsis 3:8 afirma: Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.

 

• RENUNCIA: Muchas veces queremos abandonarlo todo y es cuando dejamos que nuestra fe se apague, pensamos que mejor estábamos en el mundo, sin Dios, más la realidad muy diferente.

R/= Debemos ver que es hermoso caminar con Dios y saber que fuimos llamados a cumplir algo gloriosos con nuestra vida.

Efesios 4:4 ...como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación.

 

AGRADECER A DIOS DESPUÉS DE HABER RESPONDIDO LA ORACIÓN SE LLAMA GRATITUD.

DARLE GRACIAS A DIOS ANTES SE LLAMA FE.

 

Lucas 22:31-32 Nos cuenta que Pedro le estaba diciendo a Jesús que aunque todos lo dejaran él nunca lo dejaría, y el Señor le da un tremendo anuncio le dice que Satanás pidió permiso para sacudirlo, para moverle el piso, para desanimarlo. Pero al mismo tiempo Jesús también le da una palabra de consuelo, pero yo he rogado dice el Señor: por ti, que tu fe no falte.

 

Y en este tiempo no es diferente, Satanás pide permiso para sacudirnos y Jesucristo intercede ante el Padre por nosotros para que nuestra fe no falte.

 

Sin fe en nuestra vida no hay poder, ni bendición, La fe y el amor son dos cosas que siempre deben ir de la mano (Gálatas 5:6 ...sino la fe que obra por el amor). Si nuestra fe se debilita, el contacto con Dios se dificulta y el poder divino no fluye ni se manifiesta en nuestra vida. Pero cuando nuestra fe está basada en el amor que Dios tiene para nosotros todo lo vemos posible.

 

Lucas 17:5-6 Los apóstoles le dijeron al Señor que les aumentara la fe. Entonces el Señor les dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este árbol, desarráigate, y plántate en el mar y el árbol obedecería.

 

Por lo tanto no es que debamos tener una fe súper grande, no. Debemos tener una fe firme para que Dios pueda hacer su voluntad en nosotros y atreves de nosotros.

 

En la parábola del sembrador vemos que Dios lanzo la semilla, algunos escucharon la palabra y dieron fruto y otros la recibieron con un gozo momentáneo pero no hubo fruto en ellos. La palabra que es la semilla fue la misma para todos, pero el fruto dependió de la tierra que es el corazón de cada hombre donde fue plantada.

 

Aunque la vida sea dura nunca podremos estar mejor que tomado de la mano de Jesús.

 

Hay que ver las cosas atreves de los ojos de Jesús.

 

Busquemos su presencia con fe en nuestro corazón y esperemos con seguridad y certeza que todo obra para bien.

 

Hay que pararnos en la brecha por nosotros, por nuestras familias y por nuestro país.

 

Rindamos totalmente nuestra voluntad a Dios, pidámosle su fortaleza y no permitamos que nada apague el fuego de la fe que Él ha puesto en nuestro corazón por medio del Espíritu Santo; ya que depende de nosotros que cuando Jesucristo regrese encuentre fe en la tierra.

 

 

Si quieren un resumen es este:

  1. No permitir que en nuestro corazón crezca ninguna raíz que me separe del amor de Dios.

  2. Estar confiados en el amor de Cristo.

  3. Ser agradecidos con Dios por lo que ha hecho, por lo que está haciendo y por lo que va hacer.

  4. Mantenernos ejercitando nuestra fe, orando por todo en todo tiempo.

Mensaje: Agosto 17 del 2.016 - Luz Fany Guevara Osma

bottom of page